PROPUESTA LÚDICA

Hay corazones grandes, pequeños, medianos, los hay inexistentes, sin forma definida ni latido homogéneo. Hay corazones que no pican nunca quizá porque ni siquiera saben que sienten. Llevo más de 30 años intentando rascarme un corazón que cambia de ubicación de forma repentina. Unas veces el picor es tan tremendo que no puedo dormir, me impide concentrarme y me aísla un poco más. Introduzco mis uñas a través de la piel, en el centro del pecho, un poco hacia la izquierda, a veces me hago hasta heridas, pero al menos cesa el prurito. Otras veces no funciona este truco, o me coge con las uñas recién cortadas y no hay manera de rascarse. Es en esos momentos cuando pienso en mi madre. Recuerdo que ella sabía rascar los corazones como nadie Cuando picaba por una pesadilla, cuando picaba ante la primera desilusión, ante el desamor adolescente Ella sí sabía de rascar corazones Y sólo tenía que abrazarme para que desapareciera esa sensación tan desagradable.
Aunque a veces, el picor es tan grande que el recuerdo de mi madre se queda insignificante ante la magnitud de la picazón. Un prurito que, más que molestar, duele. Entonces, encierro mi corazón al vacío (venden unos tapper que van muy bien para ello. Claro, depende del tamaño de su corazón, el mío cabe en uno mediano), lo congelo durante un tiempo variable y cuando lo descongelo vuelve a estar preparado para ser rascado otra vez.
11 comentarios
ana -
ale higareda -
jane -
guanachinerfe -
Octavia -
Besito , preciosa mía.
Espuma -
Has logrado, con metáforas, escribir un relato que llega al alma. A mí también me pica el corazón muchas veces... y duele mucho.
Me gustó, me conmovió tu relato, guapa.
Gracias.
Goreño -
Jimul -
white -
Merche que mentirosilla eres, no hay tuper suficientemente grande para congelar tu corazón. Precioso. Me ha encantado. Besitos
perseida -
Un beso cielo. Y gracias por compartir cosas tan hermosas que sólo salen de algo grande:tu corazón.
NOFRET -
Besos