Blogia
Calavera Infernal

Desenlace

Desenlace -Quién iba a decirnos que estaríamos aquí, a las tres de la madrugada, esperando en este pasillo a que alguien salga a danos información. Parecemos dos fantoches…
-Sí, es verdad, estamos hechos un asco. Mira mi ropa-Lucía mostraba sonriente su falda llena de fango a un Carlos divertido que en ese momento le cogió la mano.
-Bebimos demasiado, ¿no crees? Nunca te sentó bien el alcohol
-Debí pararme en la segunda copa. Pero fue divertido verte bailar bajo la lluvia en plan actor de cine, no parecías tú…
-Quizá sea eso lo mejor de la noche, que no nos pareciéramos a ninguno de los dos
-¿Tú crees, Carlos?
-Sí-su voz se mostraba segura
-¿Por qué lo hicimos todo tan difícil? ¿Por qué llegamos a odiarnos tanto?
-No lo sé, ahora cambiaría tantas cosas…Lo nuestro fue precioso, hasta que se estropeó.
-¿Cuándo te diste cuenta?
-No lo sé, supongo que no fue de golpe, estas cosas no suceden así, aunque no fui consciente del final hasta que no quedó nada. Es triste, no pude ni luchar…
-¿Y yo? ¿Acaso pude hacer algo?
-No, no te dejé opción, la verdad
-¿Opción? Me enterraste viva, Carlos, no me dejaste hacer nada. Te cerraste en banda, nada te importó. Sólo tú y tu maldita felicidad….
-No sabes cómo lo siento, Lucía, ya lo hemos hablado muchas veces. Me volví loco, no sé, nunca sabré explicarme ni tú entenderme. No quería saber nada de nadie, no quería salir a la calle,…¡lo perdí todo! …
-No, perdona, yo lo perdí todo, no tú- Lucía aparta con brusquedad la mano del contacto con Carlos y se la lleva con suavidad al pelo- Me dejaste subida en lo más alto, esperando a ver cómo caía. Lo pasé fatal, no estuviste ahí para ayudarme. Y ese silencio tuyo…. Eso es lo que más me duele. Sin una palabra, sin una explicación, ¿Qué coño quieres de mí ahora? ¿Por qué cojones me has llamado?
-Sólo quería saber que estabas bien…
-Estoy bien ¿Ves? Yo también sé mentir…
-Yo no te mentí, Lucía, nunca te prometí nada…
-¡Ah!¿Se trata de eso? ¿ De promesas? No me vengas ahora con que fui yo la que se lo inventó todo…Ya estoy de vuelta y media, Carlos. Estaba enamorada de ti…
-¿Cómo puedes ser tan cínica? No podías darme nada…¿Qué esperabas de mí? Yo sólo intenté ponerme una armadura, no quería sufrir por ti…
-Claro, con que sufriera yo ya era suficiente, ¿No?-la voz de Lucía sonaba cada vez más ahogada, apagándose entre las lágrimas
-No quise hacerte daño, las cosas salieron así y ya está. Es inútil seguir hablando siempre de lo mismo. Cada vez que nos vemos acabamos igual, discutiendo por algo que no tiene remedio
-Mira, me has llamado, yo he acudido a tu llamada. Me has besado y yo he olvidado todo el dolor que tenía acumulado en un solo segundo. Hemos bebido hasta emborracharnos, hemos hecho el amor….¡Cuánto te odio, Carlos! No sabes cuánto…-Lucía abría y cerraba continuamente el broche de su reloj masticando las palabras. Volvió la cara para mirarlo a los ojos-¿Por qué no me dejas en paz de una vez? ¿Por qué no te vas de mi vida y no vuelves a aparecer? Dime…
-Porque no puedo, porque te veo y siento que quiero estar contigo, Lucía. Eres mi perdición. Me prometo a mí mismo verte para tomarnos un café juntos y acabamos en la cama, no puedo evitar ir hacia ti
-Ya, pero luego te vas sin decir nada, hasta la próxima llamada. La culpa es mía por acudir a las citas, por ser tan gilipollas ¿Por qué nunca contestas mis mensajes ni a mis correos?¿Por qué ese maldito silencio tuyo? De verdad que no lo entiendo. Eres un capullo, Carlos, un auténtico cabronazo…
-No vas a perdonarme nunca, ¿verdad?
-¿Perdonarte? Llevo dos años intentando hacerlo y cuando creo que lo consigo, apareces de nuevo y todo comienza otra vez. No puedo más con todo esto. De veras que se me hace muy difícil…
-¿Serviría de algo decirte que te quiero, Lucía? ¿Serviría de algo?
-Sí, serviría para odiarte aún más., no lo dudes.
Lucía reacciona ante unas manos que le cogen de los hombros con suavidad, y unos labios que pronuncian su nombre, Lucía Manzano, levanta la mirada y ve al médico frente a ella esperando una respuesta. Se levanta del banco precipitadamente.
-Sí, soy yo ¿Cómo está?
-Lo siento, señora, no pudimos hacer nada. Las lesiones internas de su marido eran incompatibles con su vida: ha fallecido. Lo siento mucho
-¿Muerto? ¿Carlos muerto? ¡No puede ser! Si acaba de hablar conmigo…Estaba aquí, sentado a mi lado, decía que me quería y yo le decía que le odiaba. No puede ser…No puede estar muerto…
-Está usted muy nerviosa, señora, ¿necesita ayuda?
-No, estoy bien. No se preocupe. Sólo necesito tomar aire. Gracias-Lucía aún fue capaz de pensar que con su actitud la tomarían por loca ¿Estaba realmente loca?¡ Carlos acababa de hablar con ella y estaba muerto!

Se dirigió dando tumbos a la escalera de incendios que quedaba al fondo del pasillo. Abrió la puerta metálica y salió al exterior. El viento meció sus ropas llenas de fango y barrió sus lágrimas.
-Se acabó Carlos, se acabó…Nunca dejé de quererte.
Y dejó caer la alianza al vacío.

8 comentarios

pitufinarosa -

Brujilla ¿encontrastes mis vvvvv?

Octavia -

Esta bruja me deja muda ... ( yo creo que lo hace a propósito por si tenemos que volver a viajar juntas en bus )

NOFRET -

Me quedé pensando...¿la ilustración es la cara de Carlos luego del accidente? jeje! supongo que no! :P
más besos!

NOFRET -

A mí me gustó mucho el clima que lograste, Merche, pero no sé por qué, la primera frase, el que estuvieran en un pasillo esperando información, me dio la pista de que era un hospital. Aunque no sabía qué esperar, si los dos estaban muertos, si sólo uno de ellos, en fin, que igual lo leí con ansias esperando el final.
Besos!

Pablo -

Pero merche, cómo se nota que eres bruja y sabes de hechos como este. Muy buenos diálogos y final genial.

Me ha encantado.

Jimul -

Está en off de momento... Buscando una ponzoñosa pócima para enseñarnos... Jejejejeje

Espuma -

realmente es una historia dura, llena de sentimientos y emociones y con un final que para nada se espera el lector.

me gustó Merche

¿ya volviste de tus vacaciones?

white -

Jo Merche, me has dejado sin aliento, no me esperaba ese final. Yo sé de despedidas como esa y cuando te das cuenta se ponen los pelos de punta. Muy buen diálogo. Besitos