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Calavera Infernal

Juego de Nofret: Zombi

Juego de Nofret: Zombi A ver qué se nos ocurre con esta imagen...

Ahí va el mío...



No dejaba a sus 18 años de pensar en la muerte… Era un tema que venía una y otra vez a su mente sin dar tregua. Incluso tenía unos cuantos libros de diferentes culturas en los que se hablaba de ese tema. Sus amigos la llamaban la zombi y no era para menos…

Su belleza, su simpatía y su inteligencia quedaban totalmente fuera de sí en cuanto cogía confianza con su interlocutor y le comenzaba a hablar sobre la otra vida y la muerte. Incluso el sacerdote del barrio en cuanto intuía su presencia desaparecía como el desodorante en verano.

Su “primera vez” con un chico fue toda una experiencia para relatar. El chico más guapo de la ciudad había fijado su objetivo en nuestra obsesionada belleza, y habían llegado a quedarse sólos en la habitación de él, un lugar vitalista y lleno de vida (él era un deportista nato) Las manos de Luis, así se llamaba el chico, comenzaban a aprender los rincones más recónditos y las caricias se justificaban de la forma más dulce y acaramelada posible, para los dos era su “primera vez”… Pero no se sabe ni cómo ni porqué, nuestra amiga terminó hablando de la muerte, con la consiguiente pérdida de lívido y del embrujo de esa situación que debería ser perfecta, y debido a esa enfermiza manía obsesiva de la muerte, había dado al traste con una situación que añoraba desde hace mucho. Con todo el dolor de su corazón se fue de la casa de Luis, dejando una idea muy penosa de su imagen.

Abochornada por su comportamiento, decidió que tenía que cambiar y solucionar aquel problema mortal para sus relaciones sociales.

Esa misma semana descubrió una posible solución. Consistía en averiguar cómo sería su muerte. Poniendo una vela en el cuarto de baño y mirándose a través del espejo. Todo esto debería hacerse con el más absoluto silencia y en noche de luna llena. Miró el calendario y descubrió que el sábado era luna llena, así que fue organizándolo todo para ese día, muy entusiasmada y excitada…

Y llegó la noche señalada, repasó todo el plan perfectamente, paso a paso y meticulosamente, no dejando ningún detalle al aire…

Por fin llegó el momento. Colocó, como si se tratase de un hecho importantísimo, cada detalle, sin dejar nada al azar…
Y llegó el momento de pronunciar aquellas palabras que la llevarían a averiguar el momento, la hora y el lugar exacto de su desaparición física, de su muerte, y en ese momento, en el reflejo del espejo apareció una figura con forma de mujer, tumbada burlonamente sobre sus formas… Nuestra amiga quedó paralizada, su aparición comenzó a hablar:

“Bueno, chiquilla, a ver… cuéntame… ¿Qué es lo que deseas saber? Lo siento, pero tengo toda la noche… Así que o cierras la boca y me cuentas tu problema o de lo contrario me voy… Tengo mucho trabajo, además tengo cita con el loco de Pumuki… Mmmmmmm… me vuelve loca con esas caricias tan… tan… “

“Deseo saber cuándo, cómo y dónde va a ser mi muerte”… Dijo como una exhalación la asustada joven, al comprobar que tal vez no había sido buena idea la de montar todo aquel tinglado…

¡Jajajajajaja! Pero qué chiquilla… Mira que son raros los humanos de ahora hacen cada tipo de preguntas y a unas edades… ¡No, si ya verás!… Llegará un día en que nada más nacer, pregunten por el día de su muerte.

Pues lo siento, este tipo de informaciones no las tengo, y si las tuviese tampoco las daría… Tú niña, con ese cuerpo, deberías darte unas cuantas alegrías y aprovechar más la vida, que aunque corta, tiene muchas cosas interesantes…

Bueno, lo dicho, deja de pensar tonterías, y vive más el momento, yo mientras tanto voy a prepararme para el encuentro con ese depravado que me tiene fascinada… Y con un sonido de suaves campanillas desapareció, apagándose la vela y encendiéndose la luz…

Nuestra amiga saliendo de su estupefacto estado, movió la cabeza varias veces, se miró al espejo y dijo:

“¡Qué carallada! Espérame durante mucho tiempo, yo mientras tanto me iré degustando todas las delicias que caigan a mi alrededor…

Y con estas palabras salió a la calle a saborear el aire de la ciudad, la vida…

4 comentarios

NOFRET -

Me tuvo atrapada la historia, muy buena, Jimul!
(si a mí se me aparece eso en el espejo me muero ahí nomás!) :P
Besos!

calavera -

No te preocupes, el Infierno siempre es un buen lugar para quemar las horas bajas...

comella -

Me ha recordado un poco a Dalí, es muy bueno el dibujo. Un besazo para todos de una Comella en horas bajas pero que no os olvida :)

akesa -

uuuhhmmmm.... eehhhmmm.... ¡ya te vale! ¡luego te lo cuento! besos luismi, muuuaasss. :-)