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Calavera Infernal

Octavia

Esperando al olvido .

Esperando al olvido . Me siento frente al mar esperando tu llegada con los ojos llenos de infinito y de distancia , la arena caliente , el agua en calma , el alma desgarrada , sin palabras . Me acurruco y me abrazo , siempre sola , llena de recuerdos que me atan . Sentada sin hablar , el tiempo se me agolpa en la garganta . Ni el calor , ni los gritos , ni la gente . Nada está ahí , nadie me llama . Sigo esperando quieta , inmóvil , asustada de este amor que me atraganta. El olvido no llega , no me quiere . Mi corazón , sin tí es mi enemigo , la vida sin tí , casi me mata .

Cómo me veo (Ejercicio de Nofret)

Cómo me veo (Ejercicio de Nofret) Me pregunto quién soy cada vez con más frecuencia y cada vez con menos respuestas . Cuando era chiquitina ( “de chica “ que diríamos en mi tierra ) , la gente tenía siempre dispuesta esa pregunta , tan absurda para una criatura :
- ¿ y tú quién eres

Era tan fácil responder entonces… decías tu nombre y eso es lo que eras , o eso es lo que yo era . Con el paso del tiempo añades a esa definición el nombre de tus padres ( y eres la hija de ) o el de tus amigos , o el de la planta del edificio en el que vives , o el oficio de tu familia , y eso te define , y eres un poco todo eso porque yo no sería yo sin mis padres , sin mis amigos , sin el lugar en el que me crié , sin la educación que recibí. El tiempo , bendito tiempo , maldito tiempo , incesante hasta el último segundo, fue añadiendo postizos a ese nombre que hace tanto ya me definía por completo sin necesidad de más . Soy la madre de , la mujer de …incluso intenté con todas mis fuerzas ser lo que hacía ( gracias a Dios no lo conseguí ) y soy todo ello , pero cada vez más , siento que lo soy cada vez menos , que algo que he sido desde siempre y nunca ha pedido carta de naturaleza lucha por salir como lucha por pedir voz esa palabra que tenemos en la punta de la lengua . Un yo que necesita despojarse hasta dejar de nuevo un nombre desnudo , que quizás ya , hoy , ni siquiera arrope lo que puede que sea. Por eso , y por tantas otras cosas que no soy capaz de describir , me pregunto quién soy cada vez con más frecuencia y cada vez con menos respuestas…

Ventana de Nofret (ejercicio)

Ventana  de Nofret (ejercicio) Un día .Una ventana cerrada. Qué fácil es decirlo, qué relativo puede ser cuando medimos o creemos medir el tiempo. Cuántos días o cuán pocos puede durar una vida , qué raro sería poner de acuerdo si fue corta o larga a quien la disfruta y a quien la sufre. El último día. El primer día. Por el resto de tus días. Día sí, día no. Un día. El día. Días exprimidos y días extraviados , días buenos y malos, días que vienen de frente y días que te atacan por la espalda. Días de la Paz, de la Infancia, del País, de los muertos, del árbol, del libro (qué incongruente celebrar ambos ¿no?...). Días en los que apetece dar plantón al destino y romper con todo, días que te convierten en otra persona y te devuelven a la vida desubicado, perdido , confundido, ajeno. Días felices que no sabemos distinguir del recuerdo que de ellos creamos, transformándolos. Días que continúan uno tras otro impasibles e indiferentes a los minutos que los crean y que nos transforman. Días que creemos paseo, y que sólo son sendero. Camino que nos camina ventana cerrada que podría estar abierta , y que nos mira.

Contradicciones

Contradicciones Es difícil explicar por qué el corazón se te viene a la boca y las lágrimas a los ojos.Ni yo me lo explico . No sé cómo llamar a esa rabia que a ratos me ahoga y a ratos me deja desarmada y rota , si pudiera ponerle un nombre , las cosas que tiene nombre nos parecen tan sencillas...si le llamas amor o le llamas odio o le llamas despecho o le llamas insomnio ya está clasificado, ya podemos guardarlo en el cajón de las cosas con nombre .
Pero hay cosas innombrables , deseos de cosas que no se pueden tener , ni siquiera se pueden querer pero se quieren , deseos blancos , negros, azules , sobre todo azules.Sueños que se desvanecen entre los dedos ...Quisiera tomar cada cosa de mi vida y cambiarle el nombre, creo que así podrían parecerse más lo que me rodea y lo que siento.
Mi cabeza y el mundo real son tan diferentes que asustan .

Que ruede la rueda...

Que ruede la rueda... 1.Tamaño total de los archivos de música de mi ordenador:
MOn dieu!! no quiero ni pensarlo...
2. Último disco que me compré:
Pasión Vega . Flaca de amor.
3. Canción que estoy escuchando ahora:
Los secretos.
4. Cinco canciones que escucho un montón o que tienen algún significado para mí:
1. Belle & Sebastien . (todas )
2. Faro de Lisboa (Revolver )
3. Perfect (Fairground Atraction)
4. No me canso (Carlos Chauen)
5. Al Alba ( en la versión de José Mercé)
5. Cinco personas que recogerian el testigo y poner el mismo post:
Jo...pasopalabra ;)

Fragua Visual

Fragua Visual No me vengas con esas, que me pongo hecha una fiera...

Realizado por Enfero

Microrrelato " muy apropiado "

Microrrelato " muy apropiado " Augusto Monterroso :

MONOLOGO DEL BIEN

“Las cosas no son tan simples”, pensaba aquella tarde el Bien, “como creen algunos niños y la mayoría de los adultos.”
“Todos saben que en ciertas ocasiones yo me oculto detrás del Mal, como cuando te enfermas y no puedes tomar un avión y el avión se cae y no se salva ni Dios; y que a veces, por lo contrario, el Mal se esconde detrás de mí, como aquel día en que el hipócrita Abel se hizo matar por su hermano Caín para que éste quedara mal con todo el mundo y no pudiera reponerse jamás.”
“Las cosas no son tan simples.”

Ojos como manos

Ojos como manos En pie uno frente al otro sin hablar ni tocarnos , en una estación fuera del tiempo , sin gente , sin trenes , sin ruido , acunados por el silencio de los que tienen todo por decir , le miré apurando los últimos segundos del último adios . Sus ojos me acariciaron como manos y , abrazada contra su corazón , supe que ésta sólo era la primera de muchas últimas despedidas.

Sueños III

Sueños III Soñé que un hombre sin rostro surgía del mar,su pelo enredado de palabras azules flotaba sobre un mar negro , un cielo inmóvil asustaba las nubes y los silencios que nacían de sus manos se repartían por el aire.Mis ojos seguían ese borrón de cera informe que habría sido su cara y mi deseo se iba convirtiendo en gotas de colores que caían muertas sobre la arena.
De pronto , el hombre sin rostro dió un paso sobre las aguas y mi miedo se volvió tan negro que se confundió con el mar , y él pasó sobre mí sin mirar.
Al despertar , sólo tenía palabras y silencios.

Fragua Visual

Fragua Visual Lo que tenemos que hacer por seguir con el chiringuito abierto.

Fotomontaje realizado por Enferocarulo

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Fragua Visual Lo que tenemos que hacer por seguir con el chiringuito abierto.

Fotomontaje realizado por Enferocarulo

Diario Calavera : Mr. Tomatto

Diario Calavera : Mr. Tomatto Hoy estaba a punto de hacer un Diario gris, escribiendo sobre cuestiones que no tienen solución posible… Pero recibí noticias de un pecador de pecadores: Mr. Tomatto. Este pecador ha sido seleccionado como finalista en un certamen, con su relato titulado “La Bombilla” relato desternillante dónde los haya. Creo que debemos darnos todos por contentos y muy satisfechos. Un miembro de “nuestra familia” ha sido reconocido en otros lugares que no son los habituales. Mr. Tomatto nos tiene muy mal acostumbrados con su ingenio y con su saber hacer. Hoy, pues hagamos un Homenaje con vuestro permiso al Sr. Pablo A. o Mr. Tomatto “alias el Bombilla” cuyo trabajo es ser “probador de camas” con un Viçent muy valioso. Gracias por estar con nosotros. Buenos días.

Un artículo de Andrés Neuman ( o más...)

No me gustó Clint Eastwood
Andrés Neuman

Para no estropearles la sorpresa a los lectores que aún no la hubieran visto, he esperado un tiempo prudencial antes de referirme a la aplaudida ‘Million dollar baby’. Pero ahora que han pasado las semanas, las críticas y los premios, tengo que confesar algo terrible. Algo que nadie en su sano juicio y con amigos cinéfilos debería admitir nunca: que no me gustó nada, pero nada, ‘Million dollar baby’.

Es más. La detesté. Lo siento de verdad. Yo quería que me gustase. Incluso puedo argumentar en mi descargo que la anterior película de Clint Eastwood, ‘Mystic River’, me pareció excelente. Pero esta última, qué quieren que les diga, me hizo pasar un mal rato a cambio de muy pocas satisfacciones. Por eso, antes de que me arreste el sheriff del condado, me gustaría exponer mis razones.

Reconozco que, en este caso, me cuesta separar el guión de la película en su conjunto. El argumento está basado en un libro de relatos que Jerry Boyd publicó bajo el seudónimo de F. X. Toole y que ahora se edita en España. Ignoro cuánto hay de ese libro en el guión final, pero sí sé que el resultado me pareció un compendio de los peores lugares comunes de la América conservadora. Quizá lo más desagradable sea, en mi opinión, el sadismo con que (una vez más) Clint Eastwood somete a un personaje femenino a una lenta y obsesiva tortura física. Hillary Swank es una chica abnegada, humilde, obediente, fiel y sufridora: un modelo perfecto para que un padre recio como Clint la proteja, la instruya y le dé todo aquello que ella no tiene ni conseguirá nunca sola (incluyendo el dinero, la vida y la muerte). Aunque se trate de algo subjetivo, como espectador no pude evitar sentir un molesto regodeo, una demora innecesaria en el dolor físico de nuestra boxeadora. Innecesaria, porque en términos argumentales no necesitábamos ver primeros planos de tabiques rotos (que papá Clint endereza), de piernas gangrenadas o de lenguas deshechas para hacernos una idea de la situación del personaje.

¿Y para qué acumular tanta desgracia, tanta sangre y sufrimiento en una bella e ingenua muchacha? Me temo que está claro: la película es el relato de una inmolación, de un martirio resignado (y casi vocacional) de una mujer que se ha atrevido a superar sus límites impuestos. Lo más enojoso no es como acaba ella, sino esa desesperante resignación con que todo el mundo (incluida ella misma) acepta su tragedia. Pese al absurdo y rocambolesco accidente que el guión le obliga a sufrir, nadie, en ningún momento, habla de mala suerte. Nadie se rebela, siquiera de palabra, contra el penoso infortunio de la chica del millón de dólares. Todo comprenden que así es la vida y musitan oraciones con el ceño fruncido. Pese a que la reacción más humana en estos casos es empezar preguntándose ‘por qué a mí’ o resistirse a aceptar la realidad, aquí nadie se lamenta del sinsentido del accidente: acaso porque, en el fondo, los recios personajes principales intuyen un sentido en lo que le ha pasado. Como si, tarde o temprano, una chica con semejantes ambiciones estuviera fatalmente destinada a estrellarse y al desmantelamiento (en este caso, un desmantelamiento literal).

Por supuesto, todo el mundo está triste por ella. Pero su tristeza es sumisa y tiene algo de lección moral. De hecho, el entrenador Clint no tarda en hacer planes casi entusiastas para llevarse a su pupila a casa e iniciar una nueva vida juntos, ella paralítica y él cuidando de ella. Qué quieren que les diga, a mí todo me olía a sadismo y patriarcado. Lo saludable hubiera sido que, cuando estaba sana y pletórica, Clint se acostase con ella, como en el fondo ambos deseaban. Pero, como él mismo dice cuando ella tiene un arrebato de euforia y brinca sobre él con las piernas abiertas, > Así que, a falta de un deseo feliz entre una joven y un atractivo veterano, el espectador tiene que conformarse con el retorcido amor paterno-filial-deportivo-cristiano de Clint Eastwood, besándola postrada y llamándola >. Todo esto, mientras la película intenta inducirnos a admirar la entereza de la abnegada chica, de papá Clint y de su fiel amigo negro, que le aconseja a la pobre que se sienta satisfecha por haber llegado tan alto durante unos meses.

En cuanto al boxeo, la cosa tampoco me pareció brillante. Sus metáforas me sonaron manidas y previsibles: aquello de > me recordó, y pido disculpas, a Forrest Gump comparando la vida con una caja de bombones. La voz en off encargada de sumergir al espectador en el fascinante mundo del boxeo, no deja de soltar obviedades cuasi militares acerca de la obediencia, el sufrimiento, la tenacidad y la fe en nuestros sueños. Si uno piensa en obras maestras como ‘Toro salvaje’, el rodaje en el cuadrilátero resulta monótono y poco original. Por lo demás, cualquiera que conozca las reglas del boxeo tendrá dificultades para creerse el desarrollo de los combates y el personaje de la boxeadora malvada, a quien le habrían retirado la licencia mucho antes de pelear por el título.

Luego están los personajes secundarios, que (salvo ese estupendo enclenque llamado Peligro o algo así) me parecieron simplones y maniqueos: el negro malo que humilla al débil, el negro bueno que le da una lección al malo, la inverosímil madre que sólo quiere el dinero de su hija, el representante avaricioso, la boxeadora malísima y sin escrúpulos... Hasta el médico se me hizo inverosímil. Y está, sí, el desenlace, reconozco que bien resuelto. Pero, gustándome la sobria contención y la dignidad de la escena final, no dejo de pensar que la cuestión de la eutanasia está metida con calzador. Si el mérito de la película fuera la valentía para tratar este tema, me pregunto qué pintaba la hora y media anterior. Puede que Amenábar no haya tenido la elegante dureza de Clint Eastwood para despedir a su personaje. Pero al menos se atrevió a tratar la eutanasia como una cuestión ideológica sobre la que reflexionar, y no como un súbito elemento dramático. Tampoco sé si la fábula del perro sacrificado era el mejor ejemplo para empezar a debatir.

Por lo demás, estamos de acuerdo: las actuaciones de Clint, Morgan y Hillary son espléndidas. El gimnasio es impresionante y tiene un punto teatral muy expresivo... No lo niego. Pero entiéndame, sheriff: hay cosas que un hombre no debe callar. Por eso, señor sheriff, ahora puedo entregarme. Sólo le ruego que me dé un calabozo que no sea muy frío.

(Diario 'Ideal', 13-03-2005)

¿Cuándo volverás?

¿Cuándo volverás? "Nunca habías faltado a tu palabra, nunca hasta entonces. Dijiste hasta luego y no volviste. Aún te estoy esperando."

Los tipos de Microrrelato I

Los tipos de Microrrelato I Retomando el primer artículo en el que se hacía una distinción de tres clases de Microrrelatos , comenzaré con la primera clasificación que señalé ( de las muchas que se podrían haber hecho), el Microrrelato como reescritura y parodia , siempre teniendo en cuenta que la principal característica , y perdón por la obviedad , es siempre la brevedad .El microrrelato contemporáneo primera modalidad es un instrumento para la reescritura de los textos y de los mitos clásicos.

El Microrrelato puede basarse en un texto que sea de todos conocido , como sucedió por ejemplo con el texto de Kafka y El Quijote que utiliza DAVID LAGMANOVICH (estudioso argentino del relato hiperbreve) como ejemplo y referencia.Se titula La verdad sobre Sancho Panza y dice así :

Sancho Panza, que por lo demás nunca se jactó de ello, logró, con el correr de los años, mediante la composición de una cantidad de novelas de caballería y de bandoleros, en horas del atardecer y de la noche, apartar a tal punto de sí a su demonio, al que luego dio el nombre de Don Quijote, que éste se lanzó irrefrenablemente a las más locas aventuras, las cuales empero, por falta de un objeto predeterminado, y que precisamente hubiese debido ser Sancho Panza, no hicieron daño a nadie. Sancho Panza, hombre libre, siguió impasible, quizás en razón de un cierto sentido de la responsabilidad, a Don Quijote en sus andanzas, alcanzando con ello un grande y útil esparcimiento hasta su fin.

En palabras de Lagmanovich "Ese es todo el relato, y en tan breve espacio Kafka nos ha dado otra versión de la historia de Don Quijote: una que gira alrededor de Sancho Panza, que convierte a éste en autor de novelas y creador de la figura del Quijote, como una emanación de su propio yo. Al mismo tiempo, modifica la ficción cervantina en la medida en que produce un cruce de los planos de la realidad y la fantasía que hubiera agradado al propio Cervantes. En efecto, Don Quijote es a la vez el demonio de Sancho y el personaje de sus novelas; pero su existencia como ente ficcional no impide a Sancho acompañarlo en sus evoluciones en el plano de la realidad.

Desde luego, Kafka parte de un texto cuya condición auténticamente clásica asegura un conocimiento generalizado en sus eventuales lectores. En eso radica precisamente la vinculación que es posible establecer con una actitud paródica (la cual, según la teoría, no implica necesariamente una modalidad burlesca)6. En consecuencia, al alcance de la mayor parte de los lectores estará el advertir los cambios que introduce en el esquema heredado."

Voy a dar un segundo ejemplo, debido al escritor mexicano Juan José Arreola; se llama "Teoría de Dulcinea":7

En un lugar solitario cuyo nombre no viene al caso hubo un hombre que se pasó la vida eludiendo a la mujer concreta
La forma breve está siendo usada, repito, para una tarea de recreación de las construcciones narrativas fundamentales de nuestra cultura. Esta es una de las modalidades principales del microrrelato en la narrativa hispanoamericana contemporánea: ejercicios de reescritura. Doy un ejemplo más de esta cadena de textos cervantinos, esta vez a través de una composición del escritor argentino Marco Denevi. Figura en su libro Falsificaciones, bajo el título de El precursor de Cervantes; a nuestros efectos, después de haber suprimido del mismo el material introductorio destinado a crear una enmarcación, llamaremos a este trozo, simplemente, Dulcinea del Toboso (Denevi 1966: 28-29):

Vivía en El Toboso una moza llamada Aldonza Lorenzo, hija de Lorenzo Corchuelo y Francisca Nogales. Como hubiese leído numerosas novelas de esas de caballería, acabó perdiendo la razón. Se hacía llamar Dulcinea del Toboso, mandaba que en su presencia las gentes se arrodillasen, la tratasen de Su Grandeza y le besaran la mano. Se creía joven y hermosa, aunque tenía treinta años y pozos de viruela en la cara. Finalmente se inventó un galán, a quien dio el nombre de Don Quijote de la Mancha. Decía que Don Quijote había partido hacia lejanos reinos en busca de lances y aventuras, al modo de Amadís de Gaula y de Tirante el Blanco. Se pasaba todo el día asomada a la ventana de su casa, aguardando el regreso de su enamorado. Un hidalgüelo de los alrededores, que a pesar de las viruelas estaba prendado de ella, pensó hacerse pasar por don Quijote. Vistió una vieja armadura, montó en un su rocín y salió a los caminos a repetir las hazañas del imaginario don Quijote. Cuando, seguro del éxito de su ardid, volvió al Toboso, Dulcinea había muerto de tercianas.
Llegamos así al final de una breve serie en la que tres escritores un praguense de lengua alemana, un mexicano y un argentino reflexionan sobre la creación del español Cervantes. El escritor piensa escribiendo: estos tres escritores lo hacen, y de esa manera dan tres versiones distintas de unos sucesos que, con distintos grados de exactitud, conocemos todos. Prescindiendo de otros detalles, habremos notado que, en Kafka, Sancho Panza crea a Don Quijote; en Arreola, es la muchacha campesina quien determina la transformación de Quijano en el caballero andante; en Denevi, la locura de los libros de caballerías afecta a Aldonza, no a Quijano, y éste adopta mentidamente la vida caballeresca.

El microrrelato visto por sus autores .

1. Preocupación por el lenguaje: el microrrelato ofrece una prosa sencilla pero ingeniosa, poética y a la vez concisa. Su poder de sugerencia permite más de una interpretación. Su disfrute depende a veces, por tanto, del grado de competencia del lector... Parece ser requisito indispensable para el autor de microrrelatos tener buen dominio del idioma y ser un buen lector.

2. Afán de universalidad: El microrrelato debe su impulso vital a las grandes lecturas y a ellas responde. Es un diálogo universal de libros balanceándose entre dos polos: la escritura que habla de sí misma y la que dialoga con otros libros...Participa novedosamente a veces de la sabiduría del adagio, el aforismo y la parábola, y al mismo tiempo, del ensayo o anotación de diario. El final de un microrrelato es frecuentemente el descubrimiento de una paradoja.

3. Sentido del humor: el microrrelato juega con la razón y la intuición y, ante todo con la capacidad expresiva del lenguaje.

4. Rebeldía y originalidad: primeramente juega con las tradiciones establecidas por la preceptiva al escaparse de las clasificiaciones genéricas y se complace al romper las barreras entre cuento, ensayo, y poema en prosa. Juega con la literatura misma en sus alusiones y reversiones. Juega con las actitudes aceptadas mecanicamente descubriendo nuevas perspectivas. Juega con el concepto de la realidad, la desproporción y la paradoja. Su autor se vale de variados recursos narrativos y sorprende al lector con un despliegue de ideas, de palabras o un punto de vista insospechado.

Ana María Shua, escritora argentina, autora de hiperbreves, nos apunta otra de las características de los mismos: su profunda inclinación hacia lo fantástico.
Julia Otxoa, autora también de hiprebreves, le añade el misterio y la sorpresa final. Característica ésta que también mencionan como fundamental para un minitexto Hipólito G. Navarro y Lauro Zavala.

Violeta Rojo, investigadora venezolana propone llamar minicuento a la narrativa que tiene las siguientes características: brevedad extrema; economía de lenguaje; juegos de palabras; representación de situaciones esterotipadas que exigen la participación del lector y carácter proteico, etc, etc.

Todos los estudiosos del cuento ultracorto convienen en señalar, según Lauro Zavala, que la característica fundamental del mismo es la naturaleza narrativa del relato, de otra manera nos encontramos con lo que otros autores han denominado un minitexto, pero no ante un micorrelato.

Sandra Lorenzano, doctora en letras por la Facultad de Filosofía de la UNAM, México, se pregunta si no será la famosa frase de César "Veni, vidi, vici" el minicuento más famoso de toda la historia y si los diez mandamientos no son diez minificciones.

Los editores tienen muy claro que el microrrelato es muy difícil de escribir bien y que exige mucho más de lo que parece al lector, que deberá volver a él en más de una ocasión para descifrarlo del todo. Pero ¿no será el hiperbreve un género para escritores vagos? Para Clara Obligado "en el hiperbreve el tiempo de escritura es mucho más largo y el de lectura mucho másintenso. No se puede leer en una sola ocasión y escribirlo es un cada vez más difícil. Lo que la acuarela es a la pintura: un te sale o no te sale, que exige mucha pericia. Un salto sin red. ¿Es sencillo dibujar el munco en la cabeza de un alfiler? El microrrelato es para paladares delicados, no es para cualquier persona

Diferentes conceptos de Microrrelato.

Diferentes conceptos de Microrrelato. Los teóricos han fijado el límite de la extensión de un microrrelato en la página, para ser leído de un tirón o un solo vistazo, ya que su hiperbrevedad nos permite empezar y terminar de leerlo en cualquier parte, a la espera del autobús o del verdugo, como afirma Luisa Valenzuela . En su libro Escritura y secreto (2002), la escritora sostiene que ella prefiere el término microrrelato para significar la micronarrativa, por cuanto el cuento es “casi sagrado, se arma atendiendo a leyes secretas, múltiples y variables, pero estrictas, que le confieren una personalidad insustituible. En cambio, la palabra relato me parece más laxa y permisiva, aunque podría tratarse de una connotación más personal que académica”. Efectivamente, uno de los términos más recurrentes para denominar a la categoría textual es el propuesto por Valenzuela, quien no duda en decir que “el microrrelato, jugoso, redondo, y picante como un rábano recién arrancado de la tierra, parecería ser la forma más actual de la prosa”. Sin embargo, en su transitar como forma discursiva en la búsqueda de su delimitación, definición e historia, el relato breve ha sido denominado minicuento, microcuento, minificción, cuento ultracorto, cuento brevísimo, cuento en miniatura. Todas estas calificaciones encierran una sola verdad, esto es, que la textualidad que recibe alguna de estas denominaciones exhibe retóricamente como rasgo más que evidente su extrema concisión discursiva. Esta concisión es la que lo hace ser pariente de otras textualidades como la fábula, la parábola, la greguería o el aforismo, mientras que su condensación poemática podría confundirlo con el poema en prosa. En otras palabras, “los límites de cualquier género son ambiguos, pero en el caso del microrrelato las fronteras con el resto de los géneros se encuentran aún más difuminadas”

El microrrelato, por tanto, será aquella textualidad que presenta estas características: “su brevedad extrema, secuencia narrativa incompleta, lenguaje preciso, muchas veces poético. Su carácter transtextual lo proyecta hacia otros discursos de manera implícita o explícita. Su final abrupto, impredecible, pero abierto a múltiples interpretaciones, impone una lectura que incide en el desarrollo de la imaginación y del pensamiento exigiendo un lector modelo que recree el contexto de este microcosmos narrativo” (María Isabel Larrea). En palabras más prosaicas, sin nos lanzamos a las aguas de esta forma superbreve, la inmersión será inmediata, instantánea, para bucear, entonces, en lo desconocido, dejándose llevar por la corriente. Cuando uno comienza el buceo en el microrrelato –género del tercer milenio, al decir de Lauro Zavala-, percibe como lector que esta forma discursiva tiene un carácter pragmático que está teñida por la ironía, la irreverencia y la transgresión; el humor escéptico, el doble sentido y el absurdo campean en las aguas del relato hiperbreve, incitando al lector a que haga una lectura que está más allá de la superficie. Según el propio Zavala “el indicio más seguro para reconocer una minificción consiste en la necesidad de releer el texto para reconocer sus formas de ironía inestable”; de tal manera que generalmente el texto minificcional se enriquece con cada lectura. Por último, el carácter fragmentario de la categoría textual lo inserta como una manifestación de las textualidades de la posmodernidad, en tanto legitima una forma de aprehender y entender la realidad, como ha sostenido Francisca Noguerol.

En definitiva, el escritor argentino Raúl Brasca ha escrito que hay tres mecanismos básicos en la textura de los microrrelatos: la dualidad, es decir, “enfrentar dos planos que ofrecen un dilema de difícil solución o un contraste sobre el que se juega y en el que interactúan los dos opuestos” (al modo de soñador/soñado; mundo real/mundo soñado, la historia/el revés de la historia. El segundo mecanismo es la referencialidad, esto es, “apelar a la cultura y conocimientos del lector, para establecer alusiones y frecuentemente invertir el sentido primigenio de la referencia o apuntar a nuevas variantes o recreaciones rayando en lo metahistórico”. Y el tercer mecanismo es la dislocación del sentido, o sea, juegos de palabras o expresiones, entre otras modalidades.

Extraído del ensayo sobre "Aproximación al microrrelato " de Eddie Morales Piña.

Metamorfosis

Metamorfosis (A la memoria de Asdrúbal I el Rayado)

Aunque por la mañana uno debe volver a la vida de siempre, a la rutina laboral y doméstica, a la ropa, la razón y la sociedad, no deja de ser agradable pasear por los tejados bajo las estrellas, acechar a los pájaros, jugar con los ratones...

Las noches de verano y de luna llena son las más indicadas para transformarse en gato.

Dicen que todo lo que merece la pena cuesta trabajo. La metamorfosis felina no es ninguna excepción. Hace falta perseverancia; sólo con la práctica se logra perfeccionar la técnica. Quien no esté dispuesto a pasar más de una noche encerrado en su habitación, convertido en un híbrido monstruoso, mejor que no lo intente.
Sé de qué hablo. Desde que me propuse por vez primera transformarme en gato hasta que conseguí resultados aceptables, he tenido que sufrir muchas decepciones. Me he preguntado muchas veces si merecía la pena. Sin embargo, nadie, que yo sepa, se ha arrepentido de emprender este camino.

Con la experiencia he logrado aprender unos pocos trucos. Espero que serán útiles para aquellas personas que, como usted, quieran iniciarse en este arte.
En primer lugar, para transformarse en gato es imprescindible olvidar que uno es cualquier otra cosa: ejecutivo, párroco, fiscal, lo que sea. Este es quizá el paso más difícil.
En segundo lugar, uno debe adquirir el tamaño adecuado. Naturalmente, hay dos formas de lograr esto: empequeñecerse uno mismo y agrandar el universo. Casi todos empezamos optando por lo segundo. A primera vista, parece el método más sencillo. Esto es un error: resulta casi imposible dilatar todas las cosas en la misma proporción; suelen producirse errores de cálculo que dan lugar a mundos incongruentes. Árboles enormes, mares enanos, ciudades que abarcan galaxias: es frecuente este tipo de resultados. Para evitar tales catástrofes, conviene optar por reducir el propio volumen. No es tan difícil como parece: sólo hay que reconcentrarse, introducirse en uno mismo y replegarse. Con un poco de práctica cualquiera puede lograrlo, y los fracasos tienen consecuencias menos escandalosas.
Una vez que se ha logrado esto, hay que proceder con método, y no impacientarse. Uno debe adquirir todas las características físicas del felino: pelo, cola, almohadillas en las pezuñas, etc. No es difícil, pero a menudo sucede que uno quiere apresurarse, y se olvida de algo o yerra en los cálculos. Créame: no hay nada más lamentable que un gato incompleto o incorrecto – las patas demasiado largas, o un ojo en medio de la frente a la manera de los cíclopes son resultados habituales de una distracción.
Por último, uno debe maullar. Si los pasos anteriores se han completado con éxito, esto resulta sencillísimo. Basta abrir la boca y emitir el sonido que sale naturalmente, sin ningún esfuerzo. El maullido sirve para comprobar que la metamorfosis ha llegado a su fin. Si el resultado es satisfactorio (ojo, no basta con decir “miau”, jamás se oyó a un gato que dijera “miau”) puede salir a la calle y disfrutar su condición gatuna, o tumbarse en un sillón y lamerse tranquilamente las patitas. Si, en lugar del maullido que esperaba, oye, pongamos, un fa sostenido, no se preocupe: resígnese a pasar la noche convertido en un piano de cola... ya tendrá más ocasiones para volver a intentarlo.

Negrita

Negrita Ustedes nunca podrán imaginar cuán dura es mi vida. No, nunca podrán saber lo que es sentirse la última de las deseadas cuando se ponen a escoger, y todo por ser más oscura que las demás. Y eso que nunca nos ven en el proceso de selección, pero sí, a todos se les nota la cara de disgusto cuando me ven aparecer y una, que tiene su corazoncito, no se acostumbra nunca a esas cosas. Sólo se les ve buena cara cuando me escoltan tres o, mejor, cuatro de mis compañeras. En ese caso sí que soy bien recibida. Pero a una le gustaría ser querida por lo que es, no por con quien llegas. Y una vez que me han elegido, cuando ya se les ha pasado la cara de disgusto, se les nota que quieren deshacerse de mí en cuanto puedan, nunca de las más claritas, no; si les es posible, yo la primera, y mucho más cuanto más novatos. A estos les gusta especialmente la altanera blanquita. Aunque eso no es lo peor, no, sufro mucho más cuando van saliendo unas y otras, van pasando turnos y yo sigo ahí quieta, mirando a izquierda y derecha viendo la compañía que me va quedando y calculando mentalmente mis posibilidades. Porque, si malo es que no te quieran, mucho peor es quedarte sin que se hayan podido desprender de ti. No vean qué cara se les pone en esos casos y una, que en definitiva, basa su existencia en agradar, no llora porque no puede. Pero no todo son malos ratos, no. Hay momentos en los que soy vencedora. Y esos son los mejores momentos de mi existencia, cada vez que me toca ganar, miro a la blanquita y me dan ganas de decirle: ¡Chúpate esa!. Pero una es muy profesional, además tengo que convivir mucho con el resto y no es cuestión de enfrentarse de ese modo. Otro de los grandes momentos es cuando no logran deshacerse de mí pero aún así no pierdo. Normalmente, en ese caso, el que me mira mal es el que no me escogió. Y yo me quedo pensando: “Toma, eso por no quererme”. Pero, claro, eso son las menos de las veces. La mayoría es como les cuento. Me siento la menos querida de todas mis compañeras y, lo peor, como ya les he mencionado, es que es por ser la más oscura. No, no pueden entender lo que una siente no siendo nunca deseada por nadie, cuando desean eliminarte cuanto antes, cuando siempre están buscando, los que no te eligen, que no consigas jugar. ¡Incluso ahorcarme quieren!. Claro, ustedes no lo pueden comprender, ustedes no son un seis doble.