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Calavera Infernal

Consuelo

Consuelo Hace un año tuve la suerte de poder consolar a mis hijos en su colegio, me acerqué hasta ellos y hasta sus amigos. Los profesores no querían que se fuesen del centro no sabían exactamente qué ocurría fuera. Algunos profesores no llegaban, algunos alumnos tampoco. Caos, sirenas, miedo y sobre todo un horror dibujado en el alma de unos adolescentes entre 14 y 18 años y serenidad de unos profesores que intentaban ayudar a restablecer una calma que en nuestros corazones no será jamás porque como dice Pablo nos faltan 192 trocitos de nuestro corazón. A casi todos los que vivimos en Madrid nos tocó más o menos cerca, siempre conoces a alguien que estuvo allí y volvió o que estuvo allí y no salió. El dolor que desgarró el corazón de todos los españoles vuelve hoy a aflorar, sangrando de nuevo hacia el exterior, pero no había dejado de sangrar en nuestro interior. Un abrazo para todos.

3 comentarios

Iris -

Sin duda, white, que tu alegría y tu manera de ser les consolaron.Como no podía ser de otra manera.
Besitos.

Octavia -

Estoy segura de que supiste consolarlos.Un besito.

Goreño -

Que jamás se vuelva a repetir, White. La vida sigue y hay que aceptarla tal como es.