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Calavera Infernal

Caballeros Asegurados

Caballeros Asegurados Un día de tórrido sol llegó un jinete cansado y polvoriento al gran castillo, accedió por los grandes portones y mientras tras de sí descendía el puente levadizo desmontó de su negro corcel y subiendo escalinatas y atravesando corredores llamaba a gritos a su consorte.
-¿Dónde estáis amor mío? ¡He regresado!
Su cónyuge apareció por unas de las puertas y con cara radiante contéstole. - ¡Ah! Ángel de amor; habéis regresado..., ¡gracias al cielo que os ha devuelto!
- Sí, y vengo con hambre de placer, quiero besaros, mordiscaros, lameros, mascaros...
¡Qué muero de continencia si no os tomo ya mismo!
- Claro que sí, sol de mi alma, ¡podéis tomarlo, lamerlo, comerlo, meterlo y sacarlo, pero antes ¡ Quitadme este maldito cinturón de castidad, por amor del cielo!¡Doña Leonor, ¿cuándo se ha visto que una desposada ponga a su esposo y señor un cinturón de castidad?
Y así fue que dio comienzo la emancipación de las damas y el mundo empezó a trocarse a mejor mientras los trovadores, jubilosos y alegres cantaban.

¡Qué proeza, qué osadía,
la de doña Leonor
que colocó a su señor
cerrojo férreo a su hombría!

10 comentarios

Goreño -

Aunque tarde, porque lo tengo algo chungo para entrar en el Blogs, es un placer volver a leerte. Este texto va dejando un reguero de simpatía y buen gusto desde el primero hasta el último réngón. Deseo que todo te vaya bien. Un beso

Merche -

Genial, espuma, como todo lo que escribes.

Infierno -

Yo no sé nada...

Espuma -

éste lo cogió Jimul directamente ¿verdad Calavera?

gracias a todos, sois geniales.

Infierno -

Gracias Momia Culta, por tus curiosidades.

NOFRET -

Eres un cochino, Jimul! ya me di cuenta lo que es! :P
Anoche estuve leyendo sobre los cinturones de castidad (es que el relato me despertó la curiosidad!) y resulta que en realidad no lo ponían los hombres a las mujeres cuando se iban por mucho tiempo, puesto que hubieran muerto por las infecciones al no poder higienizarse y estaba el riesgo de un embarazo incipiente aún no detectado. En verdad, se los ponían las mujeres para evitar ser violadas en algunas situaciones de peligro, como las tomas de ciudades y ataques de enemigos.
(curiosidad del día, cortesía de Nofret) ;)

Infierno -

No es un cinturón de castidad pero como si lo seriese... Es un artilugio de seguridad, para no dar muchas pistas...

Pablo A -

Espuma, sus rimas y su humor... ¡Qué buena combinación!

NOFRET -

¿Eso que está en la ilustración es un cinturón de castidad?? :O
(que no lo entiendo!)

NOFRET -

Jeje! qué bueno, Espuma! Siempre me he preguntado cómo serían esos cinturones! ;)
Muy divertido tu cuentito medieval!
Besos!