Los ardores de don Juan ( parte 4)

parécele estar delirando
y Gabino, suspirando,
aprovecha la ocasión,
bésole ansioso y ansiando
y con ansia y deseando
dióle un férvido estrujón,
¡Pero qué hacéis! dice aullando
el galán, que está notando
que Gabino es un bribón,
¡No me rechacéis demando,
qué tanto os estoy amando!
gime el sarasa tristón.
Luego, despacio, va hablando
y entre vagidos clamando,
¡Conmuévete corazón,
qué por vos estoy penando
feneciendo y malgastando
mi ánimo y posición!,
Don Juan, si vos me vais dando,
yo os voy recompensando,
que caudal tengo un montón...,
sin apuro iréis hallando
que la vida disfrutando
se lleva con más fruición;
si expiro, joven estando,
y antes que vos, lejos ando,
que así ha de ser mi razón,
vos estaréis heredando
y mis bienes ostentando
después en mi defunción.
Don Juan se queda dudando,
Gabino le está ofrendando
la opulencia y profusión,
y él, que se está arruinando
y empobrecido quedando...
¡Gabino es la solución!.
2 comentarios
Jimul -
Espuma -
algo pesadita sí que soy ¿Eh?