
Si pudiéramos hacer un modelo ideal de matrimonio con vocación de longevidad, muy difícil de conseguir, todos coincidiríamos en excluir el egoísmo como premisa mayor antes de empezar a convivir; porque el egoísmo es corrosivo y dañino en todas las manifestaciones de la vida. Pero en lo que al matrimonio se refiere, ejerce la función de la termita: su daño no se suele ver hasta que se nos viene encima el edificio.
2 comentarios
Goreño -
Merche -
El primer egoista al amar es uno mismo porque necesita ser amado también por encima de todo.
Aunque no vendría mal poner los pilares de hormigón en vez de madera en el edificio, así no hay termita que pueda con él.
Besito desde tu tierra, con muy poquita nieve ya en la sierra, la Alhambra al fondo, tan roja,y un cielo que invita a volar de nuevo a la tierra.