Blogia
Calavera Infernal

Diario Calavera (22º día)

Diario Calavera (22º día) Hoy en este diario vamos a poner la Receta Infernal de un asado de Argentina llamado Chimichurri. Para abrir boca, porque es lunes:

El Asado

El ritual suele comenzar temprano en la mañana: los hombres salen de cacería y vuelven con una jugosa presa bovina. O, más frecuentemente, van a la carnicería del barrio y compran tira de asado, chorizos, morcilla y chinchulines. Se proveen así mismo de carbón, y algunas bebidas. Ya en la casa, colocan el carbón bajo la parrilla, y entonces comienza el desastre: papeles de diario en llamas, carbones encendidos, chispas volando, y una nube de humo y cenizas se eleva hacia el cielo, para caer luego cual lluvia pompeyana sobre todo ser viviente que ose quedar a la intemperie. Es en ese momento cuando las mujeres huimos y nos encerramos en la cocina, donde ponemos a hervir algunas papas y huevos, que luego se cortarán en cuadraditos y se aderezarán con mayonesa. También cortamos la clásica lechuga y tomate para la ensalada salpimentada. En realidad, cualquier excusa es buena para escapar del infierno que se desata en el patio o jardín. Cada tanto, haciendo una pausa en la conversación, nos asomamos por la ventana apenas entreabierta y gritamos “¿Cómo va eso?”, básicamente, para asegurarnos que los hombres siguen con vida. Las horas pasan, y los rostros masculinos van pasando del rosa intenso al rojo bermellón, para acabar en un negro ceniza, que no se limita a los rostros sino también a toda la ropa que los recubre, la cual, por si fuera poco, va empapándose progresivamente con litros de sudor.
Cuando la carne da señales de estar terminando su cocción, gritan desde afuera, con la poca voz que les queda “¡Ya va queriendo!”. Y entonces colocamos los platos y cubiertos en la mesa, junto con las ensaladas y el pan. Hay mujeres que, cuando quieren quitarse de encima a alguna persona no grata (una suegra pesada, por ejemplo) ponen en la mesa una salsa especial para acompañar al asado llamada chimichurri. Esta salsa tiene la capacidad de acabar con cualquier indeseable en un par de horas, sin embargo, son muchos quienes la comen voluntariamente (es sabido que hay gente con tendencias suicidas). Incluye seis dientes de ajo, una cucharada de ají picante molido, una de vinagre, una de sal gruesa, y una hoja de laurel. Se coloca en una botella y se completa con agua hirviendo.(Se puede preparar unos días antes y usar el día del asado).
Finalmente, aparecen por la puerta uno o más seres negros y húmedos, de ojos rojos, que exhalan humo por todas partes, trayendo las tablitas con la preciada carne. Algunos niños huyen aterrados, otros prorrumpen en gritos y llantos, hasta que sus madres los calman con un suave “Es papá, nene, ¡terminála!” Entonces todos los comensales nos acomodamos en la mesa y somos servidos por el asador, que va acercando la tablita amablemente a sus invitados, los cuales nos arrojamos sobre las presas que nos parezcan más apetitosas. Terminada la tarea, el asador desaparece misteriosamente, previo recibir el clásico aplauso al grito de “¡un aplauso para el asador!”. La carne se come acompañada de las ensaladas (y con un chorro de chimichurri, en caso de no apreciar mayormente la propia vida) y los chorizos y morcillas se hacen sánguche con un trozo de pan. Cuando el asador regresa, bañado y cambiado, ya casi vuelve a retomar su aspecto humano(salvo por el color de su piel, que permanece de un exótico morado-violáceo). El hombre suele acabar tan destruído que no come el asado, y depende de la buena voluntad de los demás que le guarden o no una buena porción para el día siguiente.
Y así culmina nuestra simpática tradición gauchesca (citadinizada) del asado.

NOFRET

4 comentarios

NOFRET -

Pues sí, White, a veces puede llegar hasta España! :P

white -

ya decia que la lluvia de ceniza de ayer en el patio de mi casa tenia una explicación

NOFRET -

Pues sí, Iris, se te lee.

Iris -

A ver.....Probando.Se me lee?