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Calavera Infernal

Nofret y sus juegos: Manitú

Nofret y sus juegos: Manitú Siguiendo el juego de Nofret, aquí vamos a exponer un cuadro de Stufa, y a ver qué historias aparecen... Ahí va la mía

El volcán de la Montaña Manitú estaba algo acatarrado, ya no escupía ese fuego incandescentes que hacía ser tan temido… Tendría algo que ver que se había vuelto viejo, y el carácter se le había ido suavizando, convirtiendo sus pliegues en redondeados, en lugar de puntiagudos. O tal vez estaba aburrido de montar numeritos para que el Hechicero de turno hiciera las burradas oportunas en su nombre. Esta cuestión, la de los sacrificios humanos, siempre le había sentado muy mal, sólo él decidía en qué momento y hora iba a escupir aquel fuego que se le derramaba por todo su cuerpo, dejando un rastro de baba ardiente.

La tribu que allí vivía No-veas-qué-peligro estaba muy preocupada por la sequía que padecía, y al hechicero no se le ocurrió mejor cosa que lanzar una bronca monumental contra toda la tribu, diciendo que la culpa era de ellos por haber suprimido los sacrificios humanos. Tras una bronca monumental entre una parte de la tribu que manifestaba la teoría quema del bosque para tener así más campo para cultivar, y los seguidores de toda la vida que hacían caso sin rechistar al Hechicero, se impuso la fuerza de la razón del Jefe de la Tribu, que al estar casado con la hermana del Hechicero, no le quedó más remedio que dar la razón a su cuñado.

Era un sábado asfixiante, el Hechicero lo había previsto todo, haciendo caso a los manuales de los antepasados, (las historias de toda la vida) nombraron a Que-no-hice-yo-para-dejar-de-ser-virgen. La virgen del lugar que con sus 14 años, aún no había sido vendida a ningún guerrero u otro maromo que hubiese hecho los honores de su iniciación al matrimonio (el matrimonio, como tal no existía allí, esto es un término para abreviar este cuento).

Total, a las 20:00 H. y bajo la supervisión del Gran Hechicero (y único, gracias a los Dioses) comenzaron 4 guerreros a subir el cuerpo desnudo de aquella joven hacia la boca del volcán. Dos guerreros iban señalando con antorchas el camino, mientras los otros dos, llevaban en una camilla a la dulce e inexplorada joven. Ninguno de los cuatro guerreros podían creer que un cuerpo como aquel iba a ser mal gastado de aquella estúpida manera… Pero eran guerreros y tenían que obedecer… 1 hora después la comitiva había llegado bajo la atenta mirada del Hechicero y el resto del pueblo…

Tras unas breves “oraciones” , los guerreros desataron a la virgen de la camilla y la arrastraron hasta la boca del Dios del fuego (volcán), lanzándola a la orden del Hechicero… Al cabo de un rato, un par de nubes salieron del volcán.

El Hechicero sonrió y agradeció al Volcán que hubiese recibido tan bien el regalo enviado.

Curiosamente, ahora se producen más erupciones que antes… De vez en cuando salen unos chorros muy potentes del volcán… Otras veces sólo nubes de humo.

Desde entonces hay un rumor en ese poblado el cual dice que cuando el volcán y la bella joven se unen pasionalmente, Manitú lanza su lava a los cuatro vientos, y cuando están sencillamente acaramelados, sólo lanza nubes de humo y ceniza.

6 comentarios

NOFRET -

Muy bueno, Jimul, mezclas el humor con la tragedia y la leyenda muy bien. Uno no sabe si espantarse o reírse! (o las dos cosas)
Ya veré qué se me ocurre a mí. Es una imagen que da para pensar varias cosas.
Besos!

Espuma -

ya he podido entrar ¿qué estáis haciendo? creo que escribis un relato según os diga la imagen...

éste es muy bueno; me gustó mucho. ¿de Jimul?

Stuffen ¡ya no se te ve el pelo por Atra! ¿estás muy liada? ¡un beso para ti!

abarzos a todos.

Stuffen -

Perdona, Jimul. Interpreté que era de Nofret.
Pues ahora te felicito a ti. :)
Buenas noches.

Jimul -

Sólo hay que poner Juegos de Nofret, y luego un título para tu escrito.

white -

Bueno, me ha gustado Jimul. ¿El título entra también dentro del ejercicio o se puede visualizar otras cosas? Saluditos

Stu -

Muchas gracias a los dos.
Me ha gustado mucho tu interpretación, Nofret.
Espero que tú y yo sigamos en contacto, ¿vale?
Un beso, valiente.