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Calavera Infernal

Historias del Más Allá, contadas acá

Historias del Más Allá, contadas acá TRES CARTAS (II)

(...)“Yo conocí al diablo. Puedes pensar que estoy loca, zumbada, como decís hoy o que se me ha ido la pinza. Puedes pensar lo que quieras. Pero yo tengo mi historia y quiero que la sepas antes de esto.

Le conocí una tarde aburrida matando el tiempo que pasaba despacio. Lo peor de todo es que me avisaron y no quise hacer caso, imbécil de mí. Aunque sé que hoy volvería a hacer lo mismo.
Es curioso cómo intentamos dar explicaciones a todo cuanto nos sucede. Parece que así las cosas hacen menos daño o, al menos, no las sentimos como elementos adversos.
Todo tiene una explicación, un por qué, una razón de ser, me decía. Todo…menos él

Me enredé en sus dedos, me dejé llevar, no puse resistencia.
Ciega, sorda, muda, vacía de ideas, embelesada, borracha de amor, preñada de magia y de carne.
Dejé de lado a mis amigos, a mi familia, a todos cuantos me querían y observaban mi cambio. Aquellos que me conocían y se percataban de que ya no era la misma, intentaron por todos los medios tenderme sus manos, sus ojos, sus palabras.

No quise ver nada. No quise oír nada. No quise pronunciar palabra

Mi presente tardó en desplomarse lo que tardan las mañanas en pasar, como la torre atravesada por el rayo. Me volví huraña, introvertida, inaccesible, blindada y egoísta.
Mi futuro se quedó tan pegado a él que él era mi futuro

Sufrí. Sufrí mucho. Sé que no fui la única.

Ahora que mis manos tiemblan cuando acarician, mi cuerpo anida mil restos de días vividos y sólo me quedan recuerdos, le sigo esperando.
Él vuelve cada noche. Mi piel vuelve a tener veintitantos años, mis pechos erguidos sienten su caricia, mi boca vuelve a tener sed y el fuego se apodera de mí y me entrego a él. Olvido mi odio. Olvido mis rencores. Olvido hasta mi nombre y le regalaría mi alma una y otra vez, como hice siempre. Todo por tenerlo una vez más.

Yo conocí al diablo, él me dejó su marca: la maldición de desearlo en cuanto cierro los ojos y de soñarle todas las noches de mi vida. Sólo a él. Vivo con ella. Moriré con ella”

-No me pidas ahora que te eche las cartas. Yo arruiné mi vida, aunque no me arrepiento.
-Sí, por favor. Dicen que aciertas en todo lo que auguras. Me muero de ganas por saber qué me depara el futuro. Adelante.
-No es buen día, ladran los perros, es sábado y he oído a un niño llorar…
-No importa asumo el riesgo.
Observé la belleza de aquella muchacha intrigada. Me recordó a mí. Comencé a barajar las cartas, sabiendo que con ello, probablemente, destrozaría su vida. Pero ya era tarde. Ya no era yo quien barajaba

- Una tirada simple: tres cartas. La primera, el pasado. La segunda, el presente. La tercera, el futuro. Corta con la mano izquierda. Bien. Veamos…

El Sol, la Torre, el Diablo…

8 comentarios

pitufinarosa -

Me gustó, en nada me decepcionas, una historia bien escrita. Un pitubeso merche.

merche -

siento decepcionaros, pero mi diablo particular puso cont. en vez de fin. La historia se repite, ahora con una chica joven. ¿La he fastidiado?

Espuma -

¡Otra vez! ¿y cuándo sigue?

bueno, será esperar que el relato está interesante.

¡ A dale al caletre Merchita!

Jimul -

Goreño es la Segunda Parte. La primera fue ayer.

Goreño -

Bonita y bien narrada historia, con clase y gramaticalmente impecable.
Esperamos la segunda parte.

Jimul -

Sí... Esto es sufrir. Yo, con tu permiso White, te voy a librar hoy de Derivando. Vamos a dejar descansar a Mario un día. Mañana más...

Jejejjejejejeje.

white -

Estas historias pausadas con los intermedios de nuevos días recuerdan la espera de ella al diablo, yo no lo espero, yo lo conocí y le huyo pero ansío el siguiente renglón, el siguiente párrafo la siguiente tirada de cartas...

Pablo -

coñe, perseida... que siempre me dejas en vilo...

Muy bueno, sí señor...