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Calavera Infernal

Alá-Li La-Baba y los cuarenta mamones

Alá-Li La-Baba y los cuarenta mamones Erase que se era una oruga en una higuera la mar de fea, -la oruga, no la higuera,- de pelos toda ella llena ¡¡ Que festín de higos y brevas se estaba dando la muy pendeja ¡! , y papeando, papeando, papeando este cuento entre orugas , higos e higueras va empezando ando ando ando ….
En una ciudad de un país muy lejano ano ano del oriente peninsular, de nombre Alí Canté, cuyo nombre según me comentó la Fulgencia Ustaquia, la del quinto pino b, se atribuye a la fama que tenía un morito de nombre Alí, y no a su capacidaz pulmonar pa`l cante jondo, no, sino por sus pies, ya que cada vez que se aligeraba de alpargatas y medias-carcetines , ¡! Qué Cante ¡! ¡¡Qué cante de pies, madreeeeeeeeeeee ¡¡ ¡¡ Que cante¡¡ , y por ello aquello del Alí Cante.
Pos en esta siudad tan linda vivían en el barrio de la Casba una pareja, con cuatro orejas, no es que tivieran cuatro orejas cada uno, no, entre los dos, dos a dos, cuatro ovejas, cuatrocientras abejas y la picha del marido siempre tiesa. Esto de la picha tiesa no viene al cuento, pero era para haber logrado un pareado rimado. ¡¡Ah, si …¡¡ ¡¡ Un pareado …¡¡ ¡¡Pues yo también quiero un pareado ¡¡ … No me seas pobre a la hora de pedir, ya que puestos, pide un Unifamiliar y en la Moraleja, (para los de fuera de Madrid, zona residencial con muchos posibles), osea una pareja con cuatro orejas en la Moraleja , si, si, Ahorrando ahorrando, ni cuando llegue a vieja me compro yo un chalete en la Moraleja, pues con su pan se lo coman todas esas Péndejas de las Moraleja.
¿Qué carajo tamos haciendo en la Moraleja? ¿ de turismo? ¿Y el cuento? , bueno, diantres, volvamos a Alícante.
La pareja de Ali Cante del Cuento eran humildes trabajadores dedicados a la recolección la aceituna, si, si, que los olivos se habían traido de Úbeda, él se llamaba Alá-Li La-Baba, es desir , era musulmán mahometano ano ano, de la época anterior inmedianta a los Reyes Catatónicos, ó era Rayos Catódicos, o Rollos de Catecismo, no ma`cuerdo, eso zi, se llamaban Sabel y Fernando, a lo que iba, se llamaba Al.a, pos Alá por musurman y La-Baba por que era hombre y ya se sabe lo que se cae cuando un hombre encuentra a una mujer, eso, se cae La baba, ya que lo otro no se cae, al verres, se levanta, se empina y se pone tiesa aunque no estemos en la Moraleja.
El que trabajaba en la aseituna era solo Alá-Li La-Baba, pues la mujer, en casa, que estos moros son suyos, mucho muchismo machismo, haciendo aceite de las aseitunas, pues ya ni te cuento el saborsito que tenía el aseíte de Alí Cante con la fama del Cante de pies de sus conciudadanos, los muy, muy, muy guarros se lavaban los pies en el lagar estrujando las olivas con los mismos pies , llegaban con sus pies al lagar oliendo a queso Roquefort y salían oliendo a lo mismo, pues ni el pisado de la aceituna les lavaba el olor, ¿pero la aceituna también se pisa con los pies? Yo creía que era la uva. Mecachis. Pero de la uva solo sale vino y pa`l cuento hase falta aceite pa meterlo en las tinajas ajas ajas.
Cierto día cuando Alá-Li La-Baba se dirigía al olivar, (a saber tú a que iría allá, a trabajar me extraña), oyó ruidos de muchos cascos , no de los que se oyen en los bares ó en el botellón en la noche de litronas cerveceriles, no cascos de botellas, no cascos tampoco de Alvaro, no , sino cascos de caballo a todo galope, se escondió tras un peñasco asco asco a verles pasar y los contó, aunque paresca extraño, sapia contar, one, dos, tris, catro, five,seis, … y con la lengua ajuera dijo cagenta y uno. Ya sé, ya sé, ya sé que el cuento se atitula Alá-Li La-Baba y los cuarenta Mamones, pero… ¿Y el jefe? ¿Eh? ¿El jefe? , el jefe de los mamones se cuenta aparte, como en los tres mosquisteros, que eran cuatro, pues Dartacan se cuenta aparte, que eran, al que Atan, (Athos), el que lo Porta,(Porthos) y la Fuster, osea Aramís . tres, habéis visto + Dartacan son cautro, no tres, pos eso pasa con los Mamomes, eran cuarenta más el jefe .
Ala-Li La-Baba decidió al día siguiente seguirles y vió como se paraban delante de la montaña, esto era porque eran moros y ya se sabe que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña, y Mahoma se llamaba el jefe los mamomes , se paró allá delante y dijo : “Aaaabreeeeete Seeeessssaaaaamoooo” y la montaña se abrió cual mujer de burdel y entraron todos por él, no es que entraran en un burdel, que si que también lo hacian, sino por una puerta de piedra a un cueva.
Y La-Baba esperó, esperó a verles marchar, cuando se piraron con viento fresco, contándolos de nuevo, no fuese que quedase alguno adentro, hombre listo el Alá-Li, se plantó delante la montaña y le gritó:
- “Arreate un Cuesco” –No pasó nada, carajo, no era así y eso olía-
- “Agarrate Serrano” –Ca, ni por esas y casi hasta se cae por no agarrarse-
- “Anacleto er Sevillano”-Que no, que no, joer, ¿cómo diantres era?-
- “En un Brete se la mete” – Ni modo, y si no se deja, ¿qué?-
- “Ábrete de patas serrana” – lo probó sin lo de “de patas” y tampoco coló-
- “Ábrete Susana” – Ni en toda la mañana-
Y eso que acabo de decir que La-Baba era listo, anda, que sino, pero suerte, tenía un porrón, eso si, pues resulta que la montaña tenía eco con retardo, y habían pasado como unas cinco horas desde que los mamones se fueron y tatachín, tatachán, llegó el eco con retardo y se oyó la voz del jefe de los mamones en off, a través del eco …. “Aaaabreeeeete Seeeesaaaaamoooo”
Y claro, la cueva se abrió y Alá-Li entró y ¡Oh Mahoma! , aquello estaba repletito de tesoros, doblones de oro, joyas, alhajas, monedas de plata, ostras con y sin perlas, y hasta un teléfono móvil, si, ya se que estamos en la época de los Reinos moros de los Radios Catalinos esos, la Sabel y el Fesnandito, pero es que sin el móvil ya no puedo vivir, ni en los cuentos, asi que os jorabáis y apechugáis con que en la cueva también había un móvil, desde el que llamó a un restaurante, luego a un concesionario de BMV, a una agencia de Viajes, y a una inmobiliaria de la Moraleja, a su mujer, desde luego que no.
En esto que llega el eco con retraso de nuevo con la voz del jefe en off … “Cieeeerrrrateeee Seeesamooooo” y el Alá-Li La-Baba que se me queda encerrado y a oscuras. Eso si, ya había cargado con tesoros sus bolsillos.
-“Ábrete Segismundo” “Ábrete Sesos” “Abrete Sizu” “Ábrete Teta” “Ábrete de piernas” “Ábrete de una vez” – El pobrecito se quedó seco de hablar tanto, pero ni modo. Cansado y cagado de miedo se arrinconó en un rincón a esperar llegar a los mamones, y llegaron, amos que llegaron, a los dos días, y se abrió la cueva, y Alá-Li La-Baba pudo escapar sin ser visto, no me digais como lo hizo, pero lo hizo, que se mi entretengo no acabo el cuento ni en el 2005. ¡¡ Por el culo te la hinco ¡! (Gracias niña por la sugerencia), y corrió a su casa y escondió el dinero y joyas sin decirle nada a la mujer, decidido a volver a por mas al día siguiente,
¡¡ No me seas tan Avaro que el rompe sacos por abarcarlo se te va a joer !! ,- Esto se lo dije yo, el autor del cuento, pero como a mi no me hace caso nadie, y menos un personaje de cuento, asin que volvió al día siguiente a por más, y esta vez, como el muy pillín había apuntando en un papel la frase, entró como Pedro por su casa y salió mas rico.
Esta lasaña, uy, es que ya tengo un hambre, que no desayuné, perdón por la interrupción, quise decir hazaña, no lasaña, hazaña, es que el jambre cuando el estómago gruñe piensa en el cerebro, bien, pues esta hazaña se repitió muchas veces, siempre procurando llevarse de tal manera el botín (a Emilio desde luego no le haría gracia) que no se notara, pero hete aquí que al jefe de los mamones le llegó la factura del móvil, que por respeto a los móviles ajenos Ala-Li siempre lo dejaba en el mismo sitio y para que nadie sospechara que habían estrado ladrones en la cueva, pero claro, la tentasión es la tentasión y a algún que otro 806 o tefóno rótico eso si que llamó y claro, Mahoma, el mamón jefe investigó investigó investigó la susodichas llamadas, lo del 806 no le extraño , pero lo de la Inmobiliaria de la Moraleja eso si, y descubrió entonces que les estaban robando, y encontró al ladrón a traves de sus aptitudes detectivescas móvil_lires, ….¡¡ Lo capo ¡¡ … ¡¡ A este tio lo capo ¡¡
Pero ellos eran mamones y los mamones estaban perseguidos por las justicia, no podían así como asin presentarse en el pueblo e idearon una artimaña de tamaña calaña que no se la saltaba una araña. El jefe mamón se haría pasar por comprador de aseite y llegaría al pueblo disfrazado con una carreta con cuarenta tinajas, donde se esconderían sus hombres, los cagenta mamomes. Esperó a que Alá-Li La-Baba se fuese de casa y entonces llamó a la puerta. Piticlin, piticlin, Toc, toc. Y salió la mujer de La-Baba, a la cual el jefe mamón le dijo que era un comprador de aceite y traía cuarenta tinajas para que las llenase de aceite.
uy, uy, dijo la mujer, esas son cosas de mi marido, no está, lo que podemos hacer es meterlas dentro del patio y cuando vuelva al anochecer yo se lo digo y ya apalabran vosotros ustedes el precio.

Y así quedó la cosa.

El ladrón mamón había metido a sus hombres en casa del traidor y ahora solo tocaba esperar la hora de su vuelta para matarle. La muller, al ir a hacer de comer, le faltaba aceite pa freir espárragos, manda huevos mandar a freir espárragos, pero a La-Baba le pirraban los espagarros fritos y se asercó al patio, ya de anochecido a buscar el aceite que tenían por montón, con olor a queso Roquefort, y en esto, un mamón al oir ruido afuera dijo, “¿Ya es la hora?”, la mujer asustada de aquello solo supo decir, “no aun no” Pues todavía no había terminado de freír los espágarros, to extrañá llamó al marido por el movil y le contó lo que pasaba, todo, todo, y Alá-Li a su vez se lo confesó todo, “mira mujer, que son mamomes”, “si hay cuarenta tinajas eso es que en cada una hay un mamón esperándome pa matarme y robarme el tesoro” . “Ahora güelvo” , “salgo corriendo del burdel y …, no quería decía burdel, no, no, bedel, bedel, es que la tía esta no me deja vestirme, que no, que quería decir que el bedel de la oficina no me quiere entregar la gabardina”. “En un pis estoy ahí” “meo y ya llego”.
“Ya he llegado”. ¿Qué hacemos ahora?.
Vete calentando aceite que esto lo arreglo en un periquete-Le dijo Ala-Li La-Baba a la mujer- Y esto, bueno, ya sabéis lo que pasó, ¿no?, Fueron vertiendo el aceite hirviendo en cada tinaja y mataron a escaldao a toos los mamones.
¡¡ Pobres mamones, me dan una pena ¡! ¡¡ Todos escaldaos ¡¡
Y esa noche, por el móvil, llamaron al 091 avisando que el jefe de los mamones llegaría por la mañana a su casa y allí le podrían atrapar, y ¡¡ Ofresían hasta recompensa y todo ¡! y Ala-Li La-Baba y mujer se hicieron ricos, inclusive después de pagar el IRPF a Hacienda y se instalaron en la Moraleja y como el mamón que roba a otro mamón tiene cien años de perdón y a los cien años todos calvos, el final fue de perdones perdices codornices narices y calvos y
… pata tin pata tan este cuento ha llegao a su fin

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